viernes, 18 de noviembre de 2016

GALIEN, EL MONSTRUO DE LAS GALAXIAS, ATACA LA TIERRA (1972)

Los años 70 no fueron una buena época para Godzilla. El impresionante descenso en las recaudaciones de sus últimos films hizo que la Toho se desesperara por encontrar la fórmula perfecta para que su monstruo insignia recuperara el éxito perdido. Ésta es una época en la que Godzilla se adentra sin complejos en el cine más infantil y es presentado como un superhéroe al servicio de las fuerzas del bien, siempre preparado para defender la Tierra de las más peligrosas invasiones.
Hedorah, la burbuja tóxica fue un desastre en Japón (no para un servidor), así que se volvió a llamar a Jun Fukuda (perpretador de Los monstruos del mar y El hijo de Godzilla) para tomar las riendas de la saga.
¿El problema? Jun Fukuda no es Ishiro Honda. La trama sobre invasiones extraterrestres vuelve a repetirse por enésima vez y el presupuesto esta vez escasea de verdad. Galien, el monstruo de las galaxias ataca la tierra fue un desastre artístico de principio a fin. Esta vez Godzilla une sus fuerzas con Anguirus para detener la destrucción que imparten los monstruosos Gigan y Ghidorah.


El cúmulo de despropósitos es incontable. Durante la primera mitad del film nos vemos obligados a acompañar a unos personajes unidimensionales sin ninguna gracia y que no dejan de realizar estupideces y monerías de vergüenza ajena.
Los extraterrestres son de tercera fila, unos incompetentes que ni de coña nos hacen creer que son capaces de invadir la Tierra, y para colmo, resulta que son una especie de cucarachas gigantes camufladas en cuerpos humanos.
Estas "cucaraliens" construyen un parque de atracciones con Godzilla como imagen principal, lo llaman algo así como "Parque Godzilla para la paz de los niños del mundo" y son 4 piezas de LEGO (que hacen pasar por atracciones de tamaño gigantes), colocadas con la mayor cutrez posible. La torre Godzilla es la base de operaciones de los aliens de turno y desde allí llaman a los monstruos galácticos para destruir la Tierra.
Los elegidos son Ghidorah y la nueva incorporación a la saga, Galien, un enemigo imposible, medianamente cibernético, cíclope, con unas garras enormes en lugar de manos y una sierra mecánica en su pecho. Un villano que quizás pegaría más en una serie como Ultraman. Uno de los aspectos más lamentables es que el film es un continuo abuso de stock shots de anteriores films de la saga. Ishiro Honda ya había echado mano de estos clips cuando el presupuesto escaseaba, pero la inclusión en sus películas estaban hechos con disimulo e ingenio. Galien no es el caso.
Escenas de Ghidorah, el dragón de tres cabezas, Invasión extraterrestre, Hedorah la burbuja tóxica e incluso un momento de La batalla de los simios gigantes en donde nos intentan colar la espalda de un simio por Galien. Toda una chapuza donde se mezcla el día y la noche de un plano a otro, y donde Godzilla va cambiando de aspecto toma sí y toma también (por eso de que cambiaban el diseño del disfraz a cada film). Las pocas escenas de destrucción "originales" son competentes pero insuficientes (aunque usar un muñeco de Playmobil dentro de un edificio para hacernos pensar que es una persona...). Ghidorah es un mamotreto que apenas se mueve y el disfraz de Godzilla está en un estado lamentable, cayéndose a pedazos (literalmente).

Por un lado, los insulsos personajes principales
Por el otro, los aliens de tercera. Un niño trasnochado y un maduro con bigotazo.
Menos mal que querían usar la Torre Godzilla para preservar la paz de los niños del mundo
Aqui intentan colarnos a unos muñecotes por personas
Y los monstruos hablan al más puro estilo "manga"
Galien es un monstruo al cual siempre le he tenido especial cariño
El film contiene más perlas imperdibles, como que los monstruos hablen entre sí. Para ello, usan bocadillos de cómic insertados en la imagen exponiendo lo que se están diciendo Godzilla y Anguirus mientras son acompañados por ruidos y rugidos descacharrantes.
- Godzilla: ¡Vamos, Anguirus! ¡Ya están atacando! 
- Anguirus: Voooy...
La batalla a 4 monstruos se hace larguísima e interminable, con Anguirus siendo el saco de boxeo de todo monstruo que pase por ahí, ya que el pobre se lleva todas las hostias. Es sorprendente además que, a pesar de que es un film de clara vocación infantil, Jun Fukuda no tenga problema en mostrar una sádica escena en donde la sierra mecánica de Galien rebana el hombro de Godzilla.
Por lo menos, en la banda sonora tenemos al siempre agradecido Akira Ifukube y su épica música, más que nunca, parece ir a recovecos más serios que a los que se dirige el film.
Galien, el monstruo de las galaxias ataca la Tierra es uno de los films más desastrosos y desvergonzados de la saga Godzilla, que aún y así, se puede seguir como divertimento friki para una tarde de fin de semana acompañado de tus colegas y unas cervezas.

Fotaza. Un grupo de niños japoneses observando el rodaje de la batalla Kaiju

Fin de rodaje
El larguisimo titulo en español tiene también su historia. Poco antes del estreno de este film en España triunfaban en taquilla Alien y La guerra de las galaxias, por lo que se metió un par de guiños para atraer al público inconscientemente a los cines. De ahí que el monstruo se llame Galien (no Gigan como en el original) intentando crear una similitud con Alien, además de ese "monstruo de las galaxias" en alusión a "La guerra de las galaxias". El estreno del film en España, fue en 1980 y se convirtió en el último film del saurio en encontrar sitio en los cines españoles hasta 2016 con Shin Godzilla. Éste sería el último film donde Haruo Nakajima se pondría el disfraz de Godzilla. Tras Galien se retiró del mundo del cine.
Galien no mejoró los resultados en taquilla de Hedorah, yendo al cine únicamente 1,78 millones de japoneses.
(Redactado por Adrián Roldán)

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