sábado, 1 de marzo de 2014

GHIDORAH, EL DRAGÓN DE TRES CABEZAS (1964)

Para evitar el cansancio potencial del público frente a la saga se intentó que cada entrega tuviera novedades. Si lo que la gente quería ver eran monstruos gigantes, batallas y destrucción, eso tendrían. Si Godzilla contra los monstruos (1964) supuso un crossover entre dos criaturas de la Toho (Godzilla y Mothra) que hasta el momento no habían compartido pantalla juntos, Ghidorah, el dragón de tres cabezas sería algo así como Los vengadores versión Kaiju. En el quinto film de la saga se reúnen  hasta 4 monstruos, lo que se conocería en la saga como monster mash o en japonés uchu kaiju eiga. No solamente reaparece Mothra junto al saurio radiactivo sino también Rodan (aparecido en el clásico Los hijos del volcán), quienes unirán sus fuerzas contra Ghidorah, el enemigo más recordado y carismático de la saga. Además hubo un esfuerzo en hacer que las tramas humanas fueran algo más interesantes y se jugó a hacer un thriller policíaco en torno a una organización extranjera que quiere asesinar a una princesa, la cual dice ser de Marte, y que un policía de Tokyo intentará proteger. El elemento más llamativo y que lo convierte en un título clave en la filmografía de Godzilla es que el saurio radiactivo se convierte en un buen bicho y acabará defendiendo a la humanidad de la amenaza extraterrestre.
La película es bastante inferior en calidad a la anterior, pero igualmente mantiene un buen nivel y es con derecho propio uno de los films más entretenidos de la saga clásica.
La historia empieza con una extraña ola de calor en pleno invierno, a la vez que aparece una extraña profetisa que dice venir de Marte y que advierte de la llegada de un monstruo que destruyó a toda su civilización y que hará lo mismo con la Tierra, mientras el pájaro gigante Rodan surge de un volcán y se enfrenta a Godzilla. Un meteorito impactará en Japón y de él surgirá Ghidorah, el dragón de tres cabezas.

Ghidorah, el enemigo más poderoso de Godzilla
El film incorpora varias novedades: una historia policíaca y de gángsters, que pese a no ser demasiado excitante se hace distraída, además de la incorporación por primera vez en la saga de una amenaza extraterrestre que ataca la Tierra, en este caso el monstruo Ghidorah. Los efectos especiales están en general muy conseguidos, la primera aparición de Godzilla en el puerto por la noche es excelente, sobre todo con esas escenas donde Rodan vuela entre las nubes dirigiéndose a la ciudad... pero donde el film falla es en las batallas; totalmente ridículas e infantiles con los monstruos comportándose como niños pequeños, lanzándose piedras a cabezazos, Godzilla llevándose las manos a su trasero porque se ha quemado con un rayo de otro monstruo entre otras estupideces. Un cachondeo y primeros síntomas de la progresiva infantilización de la saga.
Pero sin duda, quien se lleva todo el protagonismo y se come la película es el monstruo Ghidorah, la nueva incorporación a la saga. Un dragón extraterrestre dorado y de tres cabezas, todo un prodigio de los efectos especiales que convierte cualquier momento en el que aparece en oro puro. Simplemente soberbio.

Rodan también se apunta a la fiesta
Godzilla deberá decidir entre defender la Tierra o destruirla
Respecto a la voluntad de la Toho de convertir a Godzilla en el protector de la humanidad, la verdad me parece una decisión, a priori, bastante incomprensible, de pasar a ser una metáfora de la bomba atómica y en definitiva del castigo de Japón ahora pasa a ser un defensor del mismo. Una de las razones era que la saga estaba perdiendo a su público adulto y para atraer a los niños a los cines qué mejor que convertir al monstruo en una especie de superhéroe (aunque por el momento no se llega a los extremos ridículos de los films de Godzilla de los años 70). Otra razón lógica es que en 1964, en pleno boom económico en Japón se quisiera dejar atrás de una vez por todas los sombríos recuerdos de la II Guerra Mundial por lo que Godzilla (antaño representación de esos recuerdos) decidió cambiar a una imagen mucho más optimista y colorida.
Rodan ya había aparecido anteriormente en un film muy notable (ya comentado en este blog) titulado Los hijos del volcán (1956) , aunque el aspecto del bicho nada tiene que ver con lo que vemos aquí, toda una caricatura de si mismo, parecido al pájaro loco y que provoca más risa que miedo.
La oruga Mothra también vuelve, e intentará convencer a Godzilla y Rodan de aliarse contra Ghidorah en una escena deliciosa. El guión de la historia contiene ciertas perlas totalmente delirantes y psicotrónicas, como las discusiones entre los monstruos o la explicación que nos da un científico sobre el por qué la princesa de Marte está viva deberían figurar en uno de los argumentos más rebuscados y risibles de la historia de la ciencia ficción (el actor totalmente serio e imperturbable dice que la mujer cayó en un agujero negro y luego en un agujero blanco entre otras peripecias sobrehumanas).

La batalla final, 3 monstruos contra uno
A pesar de ciertos descalabros en el guión y algunos momentos monstruosos bastante sonrojantes, es un film entretenido y divertidísimo, el cual pasa volando gracias a su aglomeración de monstruos, grandiosos momentos de destrucción y una trama humana bastante distraída. La película funcionó bastante bien en taquilla, con aproximadamente 5,4 millones de espectadores. 





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