sábado, 22 de marzo de 2014

DRAGON BALL 10º ANIVERSARIO : EL CAMINO HACIA EL MÁS FUERTE (1996)

Con motivo del décimo aniversario del anime (1986) pero también con una clara intención de reenganchar a millones de seguidores que apartaban la vista con la innecesaria saga de Dragon Ball GT (lanzada el 7 de febrero de 1996), se estrenaba en Japón el film conmemorativo "Saikyo he no michi" (algo así como "El camino para llegar a ser el más fuerte").
La película, la más larga de todas con 80 minutos, comprende de nuevo desde el principio de la serie hasta el supuesto fin del ejército de la Red Ribbon, con importantes variaciones tanto en calidad de dibujo como en la propia historia.
Si bien la pereza me invadía al tener que ver otra vez el inicio de la aventura (que ya se re-dibujó en otro film previo), debo decir que me llevé una grata sorpresa al descubrir que habían cosas nuevas y algunas incluso interesantes.
Ante todo, he tenido la sensación de que está hecha con el máximo de cariño y respeto por la obra original, y que no fracasa en su difícil intento de conmemorar una franquicia de tal calibre (aunque era claramente una operación comercial).
Sabe atrapar aquella magia, la inocencia y toda la comicidad de la increíble primera parte del anime, añadiendo toques actualizados y variantes en su desarrollo que, sin ser tampoco una genialidad, le sientan de fábula a esta especie de "reboot".

Un Gokuh de 5 años viviendo libre en las montañas de Paozu
Sigue siendo gracioso llamarse Bulma
El film hace gala de un marcado erotismo, y por fin veremos a una Bulma descocada que nos enseñará las bragas más de lo habitual (y lo que no son bragas), además de sus insinuaciones, provocaciones y sensualidades impropias del original, aunque muy pero que muy bienvenidas.
En esta versión de los hechos, Bulma no llega realmente a atropellar a Gokuh, ya que frena a tiempo, aunque sí que lo acribilla a tiros (algo que, bien mirado, es una verdadera atrocidad hacerle a un niño de 5 años, aunque éste haya levantado y lanzado varios metros tu automóvil).
Para Bulma, aquí todo vale para obtener su sueño: se insinúa sin problemas para conseguir las dragon ball o por tener como chófer al cerdo Woolong (¡¡esta noche hace calor y dormiré con poca ropa...!!), enseñándoles las bragas, dejándose tocar el culo o contorneándose sin pudor, utilizándolos a ambos como guardaespaldas y para más inri, será ella la que piensa pedir el deseo a Shenron (un chico guapo además).
Un rol de niña consentida, vanidosa, temeraria y caprichosa que con el tiempo se irá desvaneciendo, con la consecuente pérdida de importancia de su personaje.

El sargento metálico "versión Black"
Momentazo ¿¡¡dónde están las bolas!!?
Una imagen mítica donde las haya dentro del Universo Dragon Ball
El encuentro con Yamcha, Pooal, Woolong o Kamesennin será lo mejor del film, con un cuidado técnico y coloreado exquisito, y junto con los primeros minutos de la Red Ribbon (la torre infranqueable tiene su encanto, con un nuevo sargento metálico negro) suponen un resultado más que notable.
Bonitos recursos basados en reflejos, juegos de imagen en tres dimensiones, fantásticas transiciones y espectaculares luces convierten esos minutos en una auténtica delicatessen del anime, que nunca antes había dispuesto de tanto mimo (por momentos, tiene un tratamiento cinematográfico, con simulación de travellings, contra-picados o planos de toda índole)
La actualización de algunos personajes o lugares míticos es excelente (sobre todo el general Red, fantástico), la réplica de algunos "big moments" también lucen bien (ese "Kame-ha-me-ha" en súper hipertrofia) pero no me explico por qué llegada la hora de resolver la trama, consabida por todos, nos apabullan con ruido y explosiones, maquinaria pesada y desconcierto, con unos 25 minutos finales muy por debajo del resto del film.

Hay tiempo para imágenes impregnadas de cierta poesía visual
Un súper hipertrofiado Kamesennin (y sin dieta)
Ahí me divorcio del film, salgo de él, y me devuelven a un estado de indiferencia otra vez. Lástima, una gran oportunidad desperdiciada ¡por querer hacer otra vez lo mismo!, que es terminar las películas lo más alto posible, como si del colofón de unos fuegos artificiales se tratase.
Me quedo pues con los nuevos momentos aportados: el fusilamiento fuera de campo de un Blue sin poderes, el organigrama de un grupo totalitarista comandados por un líder bajito, bigotudo, acomplejado y gritón que tiene como mano derecha a un gran oficial negro, los guiños cinéfilos (de Frankenstein a Star Wars, con persecución en moto incluida) o el fuerte tono erótico que mencionaba antes.
Me quedo igual ante el nuevo diseño de Gokuh (con las ropas de GT, para contextualizarlo), la banda sonora en general (aunque tenga momentos disfrutables) o la secuencia de la invocación a Shenron, con la resurrección de Hatchan.

El artificioso robot de la Red Ribbon, mal final para una notable película
Y por último, me molesta el último tercio en particular, con un robot final desmesurado y totalmente inadecuado que enturbia el notable resto del metraje.
Para acabar, también quiero repasar el significado de algunos nombres importantes de la serie y su significado. Como todos sabéis, "Son Gokuh" es la traslación fonética japonesa del mono Sun Wukong, de la obra clásica china "Viaje al Oeste".
Bulma proviene de la palabra inglesa "Bloomers" o "pololos" (aunque en Japón se entiende como un pantaloncito corto de gimnasia). Yamcha viene de "Yum cha" que es "beber té" en cantonés.
Pooal deriva de "Pu-erh" o "Té rojo", y a su vez Woolong viene de "Oolong", o "Té azul".
Las montañas donde vive Gokuh, "Paozu" es una variación de "Baozi", un tipo de pan relleno cocido al vapor muy habitual en la cocina china (aunque parece que hay un monte con el mismo nombre cerca de México, pura coincidencia).

http://www.filmaffinity.com/es/film906186.html

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