lunes, 15 de junio de 2015

NOCTURNA FILM FESTIVAL 2015 (DÍA 3) - 29 DE MAYO

Sin lugar a dudas, el tercer día de festival ofrecía uno de los carteles más sugerentes de toda la semana. A primerísima hora de la tarde asistimos al irresistible pase del clásico celtíbero "La noche de Walpurgis", que aunque parezca mentira, aún no habíamos visionado.
Mucho se ha hablado o escrito ya de tan popular film, y es de ley situarnos en las fechas de su estreno (¡¡1971!!) para valorar adecuadamente su verdadero impacto en las pantallas españolas, donde el fantasterror era casi ignoto.
"La Marca del hombre Lobo", de 3 años antes, dio a conocer la figura licántropa española por antonomasia, Waldemar Daninsky (o sea, Paul Naschy), consolidando definitivamente el mito entre los aficionados.
El éxito de ésta fue más que aceptable, y obviamente provocó una revitalización del personaje a manos del trotamundos León Klimovsky más adelante, con un mayor presupuesto y añadiendo a la fórmula más dosis de erotismo, un ambiente gótico y por qué no, algo de vampirismo con atisbos lésbicos.
De ahí nació Walpurgis, un film algo inferior al previo pero con no pocos aciertos formales, y que contemplados con la perspectiva adecuada, propuso cosas nuevas dentro del género, tan embrionario aún en nuestro país. La mezcla de vampirismo y licantropía funcionó más que bien, el personaje de Patty Shepard se volvió de algún modo icónico (en palabras de Ángel Sala, "...revelándose como una especie de Barbara Steele más erótica y salvaje"), y aunque no haya aguantado del todo bien el paso del tiempo, sí mantiene dignamente ese ambiente tan mágico, entre lo naif y lo ibérico, que la convierte en un mini clásico de nuestro cine.

Waldemar / Naschy, un hombre lobo con camisa.
Sin olvidarnos, y también hay que decirlo, de lo tremendamente cómica que resulta en algunos momentos, ya que nos dejó escenas inolvidables como la conversación con el alcalde, esos diálogos de alcoba o el demencial y profundo enamoramiento con calzador que ocurre de sopetón en el film, lo nunca visto.

Tras su agradable visionado, y como ya ocurriera el pasado año con "Una Vela para el Diablo", nos pasaron un nuevo e interminable documental sobre los tejemanejes del spanish horror, esta vez titulado "Queridos Monstruos". Si bien es cierto que las declaraciones de Jesús Franco, Ramón Larraz o Carlos Aguilar son siempre de agradecer y de enorme interés, el film lamentablemente acaba por cansar debido a un exceso de metraje y se pierde en sí mismo en temas de cada vez menor importancia. No llegó a ser un suplicio, pero nos costó lo suyo acabarlo.
De todas formas, todo volvió a su cauce con la siguiente proyección de la tarde, la cult movie "Demons", ya comentada en el blog y que sigue siendo todo un clasiquete de videoclub de los 80 (además por fin en alta definición y en la siempre honorable pantalla grande). La guinda del pastel ya fue tener la inestimable presencia en la sala de su realizador, el sonriente Lamberto Bava. ¿Qué más se puede pedir?.

La escena del helicóptero estrellado en la sala de cine, un recurso tan delirante como divertido
Como cabía esperar, disfrutamos una vez más de su visionado y comprobamos como dicho film aguanta sorprendentemente -diría que contra todo pronóstico- el paso del tiempo, con auténtica solvencia e incluso ganando puntos por esa fantástica aunque involuntaria atmósfera ochentera. Todo un referente para los amantes del género, pese a la lluvia de críticas que estoicamente lleva años aguantando.
Ya en nuestro tercer y último asalto de la jornada, nos acomodamos para ver "Lessons Learned", un cortometraje de marionetas estilo "Cristal Oscuro" en obvio homenaje a los magos Froud y Henson (no en vano dirige el hijo del primero y produce la hija del último).
Si bien la propuesta resulta cuanto menos simpática y hasta diría que entrañable, sobre todo por el desuso de este tipo de técnicas en la actualidad, no dejan de ser 16 minutos de acontecimientos sin magia, bellísimamente animados, de acuerdo, pero carentes de la gracia de sus progenitores. Un trabajo anecdótico, artesanal y elogiable, aunque inofensivo.
Terminamos con el nuevo trabajo del cada vez más agotador Víctor Matellano, cada vez más divo y que nos tortura sin compasión con la excusa de que ama el género como el que más.
En "Vampyres", no sólo rehace innecesaria y torpemente "Las hijas de Drácula" de Larraz, sino que se acompaña de actores de renombre como Caroline Munro, Lone Fleming o Antonio Mayans (que cuentan ya con el gran cariño del aficionado) para vomitarnos una obra más, de nuevo sin encanto, vacía y mal rodada, (salvo por un par de ideas acertadas, que no buenas).

Vampyres, un -quiero y no puedo- alarmantemente malo.
Un bodrio peor que su previa "Wax", ya de por sí insufrible, y que reafirma que en Víctor y su equipo habrá ganas, pasión, entusiasmo, dedicación y mucho más, no lo niego, pero también torpeza, amiguismo, engaño (el prometido y obligado erotismo ni funciona ni existe) y mala praxis audiovisual. Diálogos en un inglés macarrónico y actuaciones de auténtica pena, sin ritmo ni coherencia y lo que es peor, sin respeto hacia el espectador. Con unas secuencias interminables en una tienda de campaña que son de lo peor que hemos visto en el Festival. Un film fallido y muy malo, así que huid de él, estáis advertidos.

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