viernes, 28 de febrero de 2014

DRAGON BALL MOVIE Nº 8 : EL MÁS PODEROSO CONTRA EL MÁS PODEROSO (1991)

Algo debilitado pero aún con la tenacidad que me caracteriza, prosigo con mi análisis cronológico de lo que dio de sí Dragon Ball más allá de la serie y manga originales.
Estamos ya ante la octava producción sobre la serie, que lejos de sugerir o aventurarse en páramos hasta ahora inexplorados (como sí hicieron, y de manera excepcional, en el episodio de Burdock), nos repiten la misma fórmula una y otra vez, para auténtica desesperación del fan y embobamiento acrítico del incondicional.
En esta ocasión, nos vuelven a abochornar con un comienzo de lo más infantil y necio. El cada vez más insoportable Gohan aparca momentáneamente sus estudios para irse con su padre y "los demás" de acampada al río, ante la impotencia de la no menos insoportable Chichi.
Por contra, se nos desvela un enemigo en realidad muy interesante. El hermano mayor de Freezer, un poderoso guerrero estelar conocido como Cooler.
El temido villano, acompañado (como no) de su escuadrón de fieles guerreros, al enterarse de que su hermano ha sido derrotado por el saiyan que de bebé dejaron escapar, se dirige a la Tierra con sed de venganza.
Pronto Gokuh y compañía recibirán la cordial visita de este grupo de asesinos, con sus respectivos enfrentamientos a vida o muerte y su siempre locuaz choque de egos.
Quitando de lado las enormes incongruencias en lo que a elipsis de tiempo se refiere, la llegada de este escuadrón a la Tierra en busca de venganza es más interesante que el grueso de enemigos presentados hasta la fecha. Un familiar del mítico Freezer, con sus propias fuerzas especiales (gran diseño con una sola hombrera, como si subieran de rango), que por un motivo que ¡al fin! comprendemos aterriza en nuestro planeta, podría perfectamente incluso formar parte de la trama original del anime.

Cooler, el hermano mayor de Freezer
Cooler y su equipo de combate tras enterarse de la muerte de Freezer
Lástima que tamaño personaje precisara de más metraje e historia, ya que condensado en 50 minutos, forzosamente se frivoliza su existencia y se desdibuja su presencia. Sin duda, Cooler demandaba una mayor épica en batalla, y lógico era pensar que su fuerza de combate superara la de su caprichoso hermano menor (como bien se aventuran en decirnos).
Hay que destacar también la presencia del trío de combate que le acompaña, pues aún siendo un copia y pega de las verdaderos guerreros de Ginyu (perdiendo originalidad por supuesto), mantienen ese espíritu cómico, sus técnicas de combate resultan muy variadas y son de agradecer ante tanto empacho de bolas de energía (sobre todo las empleadas por Thouser).
Sorprenden también algunos recursos técnicos hasta ahora inéditos, como alguna perspectiva en combate aéreo o la magnífica secuencia del, esta vez inútil, Kaioh Ken.

De izquierda a derecha, el peculiar escuadrón de Cooler: Neizu, Thouser y Doore
Karin poniéndoselo difícil al pesado de Gohan
Cooler, ultraconfiado e subestimando a Gokuh
Lo malo es que se tira de manual en los momentos clave, la ilógica impera en muchos tramos del film (desde el precoz K.O. de Gokuh pasando por la absurda sepultura en la cueva, el viajecito de Gohan para ver a Karin o el pajarito que "resucita" mediante la "sanación" de nuestro héroe) y cierto toque Bíblico ensucia el entuerto (ese Gokuh rodeado de animales y sufriendo por los demás).
Ni siquiera la primera aparición de un Gokuh Super Saiyan en un OVA nos transmite demasiado en esta ocasión, pues el enfado que lo provoca nada tiene que ver con la furia que en su día, desencadenó la muerte de Krilín en Namek.
Si a esto le sumamos el lamentable final de la lucha y (para los que la veáis en catalán), su insufrible y más que penoso doblaje (no aciertan ni con los nombres esta vez), la balanza se tambalea.
Personalmente me debato entre lo positivo que ofrece esta historia (buen enemigo, destellos de brillantez y momentos de notable técnica animada) y lo formulado que lamentablemente sigue estando todo. En conclusión, termino por pensar que pese a que es un "ya visto" como tantos otros, este film supera las intenciones de las anteriores historias con un enemigo de turno y da un paso al frente con más personalidad que las producciones previas.

Thouser impotente ante la fuerza del saiyan
Un Cooler transformado no da crédito ante el legendario Super Saiyan.

En lo referente al juego de nombres que siempre me gusta aclarar, aquí se nos presenta al malvado e inflexible Cooler (nevera), que obviamente encaja con su ¿desaparecido? hermano Freezer (congelador).
El séquito de acólitos de éste, aquí son todos aderezos. Thouser proviene de "Thousand Islands" o salsa mil islas. El personaje de Neizu deriva de "Mayoneezu", o mayonesa. Y por último, el guerrero Doore, simplemente adopta su nombre de la palabra inglesa "Dressing" (escrita Doresshingu en japonés), que significa eso, aderezo.

http://www.filmaffinity.com/es/film461232.html

jueves, 27 de febrero de 2014

GODZILLA CONTRA LOS MONSTRUOS (1964)

Seguimos analizando la saga Godzilla y esta vez nos adentramos en uno de los films más míticos de la saga, "Godzilla contra los monstruos". Tras el exitazo a nivel mundial de King Kong contra Godzilla, los ejecutivos de la Toho dieron con la clave sobre qué es lo que había que hacer con el personaje de Godzilla: convertirlo en un entretenimiento juvenil muy colorido y repleto de batallas colosales entre monstruos. Fue a partir de entonces, en estos primeros 60, cuando Godzilla se convirtió en un icono de la cultura pop y de lo kitsch. Su éxito animó a que empezaran a salir imitaciones japonesas por todas partes, desde los films de Gamera a la magnifica trilogía del Daimajin, hasta horrores de serie Z como Gappa (1967) o The X from outer space (1968). Incluso tuvimos un Godzilla surcoreano, Yonggary, el monstruo del abismo (1967) y norcoreano, Pulgasari (1985) (pero eso es otra historia).
A finales de los 50 aparecieron varios films kaiju como Rodan o Mothra, pero la expansión del género llegaría en la década de los 60. Tanta sobre exposición kaiju y los bajos presupuestos de dichas imitaciones provocaron una rápida decadencia e infantilización del género. Pero antes de eso, se hicieron varias películas muy cuidadas y entretenidas como la que hoy nos ocupa y en donde se decidió volver a enfrentar a Godzilla (en su cuarta entrega) contra otro monstruo ya conocido por el público, finalmente el nuevo enemigo a batir sería Mothra, la polilla gigante, protagonista de uno de las cintas más destacadas de Ishiro Honda, Mothra (1961). El resultado fue sin duda, un magnifico ejemplo de cine fantástico perfectamente a la altura del primer Godzilla, donde se recupera la seriedad de aquella pero otorgando poesía, terror, espectáculo y entretenimiento puro.


El film comienza con el descubrimiento de un huevo gigante en una playa. Unos hombres de negocios lo compran para hacer un parque de atracciones y así ganar dinero pero aparecen unas diminutas gemelas que dicen ser las guardianas de Mothra y que tienen que devolver el huevo a su lugar de origen.
De repente reaparece Godzilla y comienza a destruirlo todo a su paso.
Sin duda nos encontramos ante la mejor y la más sólida de todas las películas de la etapa clásica de la saga. Aquí se recupera el tono serio y dramático de la primera entrega pero añadiendo las nuevas coordenadas de la serie con el obligatorio enfrentamiento entre monstruos.
Esta vez el color y el cinemascope es utilizado al máximo de sus posibilidades, creando bellos paisajes y panorámicas. Los efectos especiales además están mucho más cuidados que la anterior entrega. Los momentos de destrucción son sobrecogedores, con un Godzilla avanzando lentamente por Tokyo, incidiendo en el gran tamaño del monstruo respecto a la multitud aterrada y acompañado de la inolvidable música de Akira Ifukube. Mothra es un prodigio de los efectos especiales (de la época), hasta la llegada de los efectos digitales a la saga no se volvería a ver una Mothra tan realista. La batalla entre los dos monstruos es magnífica, dramática y por fin es coreografiada de una forma realista, retratando a los monstruos como lo que son, animales luchando entre sí y no como hombres disfrazados.

Las connotaciones de la batalla entre las dos bestias, para el público japonés, iba más allá que estar viendo a dos hombres disfrazados dándose de leches. Lo que el público japonés estaba viendo y de ahí la perdurabilidad de esta entrega frente a otras era un enfrentamiento entre la encarnación de la bomba atómica, de los errores humanos, el mal y la destrucción del hombre moderno (en el caso de Godzilla) contra una divinidad que representa el poder de la naturaleza y la bondad, el equilibrio del mundo (en el caso de la mariposa Mothra). Dentro de las creencias del pueblo japonés, en el que la naturaleza (repleto de dioses) para ellos es la que decide el orden de nuestro mundo y al cual hay que tener eterno respeto, este enfrentamiento es más decisivo que nunca.

Fantástico momento de Godzilla emergiendo del suelo
La batalla entre el saurio radiactivo y la mariposa gigante
Las pequeñas orugas de Mothra
La saga aún estaba orientada a un sector juvenil, así que hay alguna que otra escena violenta. Se vuelve a tratar el tema sobre el uso de las armas atómicas y sus consecuencias, lo que sin duda es de agradecer.
Si hay algo que decir en contra del film es lo llano de algunos personajes, como los malvados de la historia, muy naif y que a fin de cuentas, es un más de lo mismo, hecho con más seriedad, con soluciones de guión más elaboradas y un mayor énfasis en lo épico, pero más de lo mismo. De todas formas, se trata en general de un film muy entretenido, épico, espectacular y con un guión y unos efectos especiales mucho más cuidados de lo habitual. Una cinta que destila magia. El film resultó ser otro gran éxito para la Toho con 7,2 millones de espectadores.
Esta vez la versión americana respetó el metraje japonés, a pesar de que incluyeron una escena adicional de Godzilla siendo atacado por unos misiles. La titularon Godzilla vs The thing, en referencia al clásico americano The thing, el enigma del otro mundo (1951).
Y para acabar...¡atención!, este es el último film de la etapa clásica en la que Godzilla es el malo de la película, una razón más para disfrutarla. A partir de la siguiente entrega, el saurio se convertirá en el protector de la humanidad, ya que la Toho pensó que ganaría mucha audiencia infantil si convertía a su monstruo en el bueno, lo que a la larga sería su propia perdición.


jueves, 20 de febrero de 2014

DRAGON BALL MOVIE Nº 7 : EL SUPER SAIYAN SON GOKUH (1991)

Séptimo film sobre Dragon Ball y una muestra más del mismo recalentado esquema argumental que tanto aburre ya (es decir, nuevos enemigos amenazan la Tierra - ¡Oh, qué fuertes son y qué energía desprenden! - pero tranquilos, no pasa nada, sonreiremos al final).
En esta ¿nueva? ocasión, la repentina amenaza de un enorme asteroide a punto de impactar con nuestro planeta obligará a Gokuh y a Krilín a intentar desviar su trayectoria, consiguiéndolo a medias, pues de su desfragmentación saldrá una nave enemiga.
Dicha nave está dirigida por el hipertrofiado Lord Slug, un namekiano que viene a por algo que no entendemos pero que de paso pide la eterna juventud invocando a Shenron en un tiempo exprés.
Como era de esperar, Slug rejuvenece, recupera su máxima forma física y ansía dominar no ya el planeta Tierra, sino el universo entero (¡Ah!, y por supuesto viene acompañado de su cuerpo de élite, además de sus soldaditos en cadena).
A partir de ahí, los combates se sucederán sin mayor novedad hasta que un Gokuh medio poseído (en un raro estado de semi transformación) le demostrará quién manda aquí....y venga, otro churro más para la colección.
Lo más molesto del asunto es que los responsables del OVA se vean obligados siempre a "sorprender" al público con enemigos escalonadamente superiores al anterior, por imposible que eso sea. Para ello, se saltan las normas de la serie, acumulan incoherencias temporales, se permiten licencias dolorosas y se mueven siempre en un hermético hilo argumental con idéntico mensaje final.

Piccolo incapaz de aguantar las monerías de Gohan
El ejército de Slug, dando un ultimátum a los terrícolas 
Aquí, al bestia de Slug le atribuyen rápidamente más poder que el mismísimo Freezer (dato imperdonable, pues como mucho debería ser algo más fuerte que Nail), nos cuentan una historia con calzador sobre su pasado que nos interesa más bien poco (algo así como que es el antagonista de Kami-sama) y descubrimos que los aparatosos individuos que lo acompañan son de los menos carismáticos hasta la fecha. Si a eso le sumamos a un Gohan más irritante que nunca cantando cancioncitas y bailando junto a su odioso dragón, el típico discurso sobre el porvenir del planeta y el peor final que recuerdo en un OVA, el veredicto está claro.
No es suficiente que el lugar donde se enfrentan tenga cierto encanto, con un cielo encapotado por razones que mejor no menciono (pero que otorgan una iluminación interesante), temperaturas extremas en todo el planeta (excepto en la Kame House) y luchando en localizaciones urbanas muy particulares (esa Iguana Street neonizada).

De izquierda a derecha: Medamatcha, Lord Slug, Angira y Dorodabo
Zeeun, un guerrero efímero
La precisa llegada de Gokuh calmará el ambiente, como pasó en Namek.
No es suficiente que Gokuh peleé en un curioso estado de Pre-Super Saiyan, con la mirada absolutamente perdida, ciego de rabia y empachado de Kaioh-Ken. No es suficiente que algunos guiños simpáticos traten de despistarnos de lo que en realidad importa (el póster de Arale en la habitación de Gohan, la escena de Yajirobee...). No señores, esto no es suficiente.
Todo huele a precipitación en este OVA, desde el planteamiento acelerado a un final atropellado. La sensación de ligereza empapa el entuerto, y jamás tendremos tiempo de paladear ninguna escena, pues todo va con el turbo (incluso se sacan de la manga un "Genki Dama" en menos de 10 segundos).
Comportamientos absurdos por doquier (Krilín avanzándose contra Slug como un novato, Piccolo y su tontería con las orejas o la intolerable explicación de Kaioh sobre el punto débil del villano), quizás conviertan a esta "El Super Saiyan Son Gokuh" en el film más tontorrón y adocenado de cuantos haya visto.

Lord Slug, tan engreído como todos los villanos
Gokuh en una desconocida fase pre-súper saiyan
Intermitentemente entretenida, puede dar la sensación de tener más entidad de la que realmente tiene por su ligereza argumental, su llamativo colorido y su continuada acción non-stop, pero a poco que la pensemos no aguanta ni un asalto crítico.
En conclusión, la llegada de este Súper namekiano a la Tierra en plena época contra Freezer, pero sin Freezer (suponemos que Piccolo ya está fusionado con Nail, Gohan ya despertó su potencial, etc..) no fue más que una pretensión comercial veraniega para los fans, que querían más Dragon Ball en vena, da igual cómo (de hecho, al final Gokuh nos desea unas felices vacaciones estivales...).

Pese a que la técnica del Genki Dama esté muy trillada en el anime, nos sigue dejando buenas ilustraciones como esta.
En fin, un despropósito más que malogra el potente argumento original y acaba seduciendo a poquitos (que previamente ya estaban convencidos). Otro film a lamentar sobre la franquicia y otro llanto más para el fan.
Finalmente, comentar que la palabra Namek proviene del término japonés "Namekuji", que significa "Babosa". Todos los de su raza pues, son derivados de dicho animal, como refleja asimismo "Lord Slug", o "Señor Babosa" en inglés.
Lo que concierne al nombre de sus 4 esbirros principales, todos son parte de la "Nebulosa de Andrómeda", o "Andoromeda Seiun".
Veamos, "An"gira, "Doro"dabo, "Meda"matcha y Zeeun (de Seiun). Esta vez no se comen.
Tampoco son comida los dos encapuchados oficiales al mando de la nave, que son Kakuuja (de Gakusha, o "erudito") y Gyooshu (de la palabra Joshu, o "asistente").

http://www.filmaffinity.com/es/film815638.html

lunes, 17 de febrero de 2014

DRAGON BALL : THE MAGIC BEGINS (1991)


Inefable segundo film en imagen real sobre la inspiradora obra magna de Toriyama, que como no podía ser de otra manera, estuvo a cargo de la hambrienta factoría cinematográfica taiwanesa. En 1991, el tal Chen Chun-Liang, del que nada sabemos ni queremos saber, arbitró este festival carnavalesco inspirado en Dragon Ball, en concreto en su primer OVA, "La Leyenda de Shenron", y que resultó ser tan desastroso o más de lo que cabía esperar.
Obviamente sin licencias ni derechos sobre el original, la desesperante cinta nos presenta a un Gokuh ya crecidito ("The Monkey Boy" en su versión internacional), que aún está viviendo con su absurdo abuelo en las montañas.
El posterior encuentro con Bulma (aquí "Miralpen" o "Seetou"...ya,ya, yo tampoco entiendo nada), tiene su gracia, y sólo por respetar dicha situación con cierto rigor (disparos y atropello incluidos), me merece una pizca de estima.
Aquí la villanía corre a cargo del amonigotado Horn (Gourmet en el film) y sus dos secuaces de feria, Zebrata y Malilia (o sea, Vongo y Pasta en el OVA), que aniquilan poblados a su paso buscando las ansiadas esferas mágicas (¿qué os voy a contar que no sepáis a estas alturas?).
La hija de los reyes de un pueblo saqueado llamada Jen-Jen, se cruzará "fortuitamente" en el camino del hostiable niño mono y compañía, para que juntos, traten de aniquilar al malvado ser, desesperando de paso al maltratado espectador.

El mítico encuentro, realizado con más o menos gracia
La película, otra comedia china de kung-fu pero con Dragon Ball como excusa mercantil, es del todo insignificante, insatisfactoria, chapucera e insultante, pero podría llegar a rezumar cierto tufillo de "cinta de culto" en determinados círculos, sin duda propiciado por su oportunista e inmerecida exclusividad comercial. Y es que ninguna otra película (a excepción de la ignotísima película surcoreana) trató antes de llevar el manga de Akira Toriyama a imagen real.
Aunque bienintencionada, Dragon Ball The Magic Begins aburre sobremanera, y su visionado se reduce a procurarle un rato moderadamente divertido al fan, que sin duda sentirá curiosidad por el bochornoso invento.

Los villanos. Sobran las palabras
El abuelo mono y el niño mono. Ambos con un grado preocupante de estupidez
Desborda de cutrez en todos y cada uno de sus aspectos técnicos; desde esos efectos especiales sonrojantes (aquí lo difícil es no ver el cable), al desastroso cásting (con un par de debatibles excepciones), un horroroso e indigno maquillaje, hasta llegar a los cambios de guión respecto al original (que siempre son a peor).
En este Dragon Ball de tercera categoría, cuando reúnes 6 esferas, la séptima automáticamente se llama sola (y así, un problema de guión menos), cada personaje que aparece en la historia casualmente guardaba una en su bolsillo y los aspavientos priman ante los diálogos mínimamente coherentes.
La confusión impregna toda la trama, y no sorprende descubrir que el desenlace del film acaba siendo un mero gag alargado hasta el hastío, donde el viejo tortuga intenta ser gracioso, pero está muy cerca de la estupidez más absoluta.

Woolong, otro más para desquiciarnos
El maestro tortuga, con su cansino ritual mañanero
El grupito, como si la peli no fuera con ellos
Poco margen para aciertos me dejan estos taiwaneses, más interesados en hacer explotar cosas y reunir a cientos de extras para que corran de un lado a otro, que de darle sentido al engendro. De todas formas, el hecho de que sea un mundo donde los animales hablen, los monstruos ansían el poder mundial, el kung-fu se respeta profundamente y todo parece valer, la convierten en una producción peculiar. Horrible, pero curiosa.

El peor Shenron de la historia, aunque no haya muchos todavía.

Pasarían 18 años hasta la siguiente actualización de la fórmula con "Dragon Ball Evolution", esta vez en manos del peor Hollywood y que aún a día de hoy, me sigue provocando migraña.

http://www.filmaffinity.com/es/film541355.html

viernes, 14 de febrero de 2014

KING KONG CONTRA GODZILLA (1962)


El kaiju eiga, el cine de monstruos japoneses, era una realidad desde la última entrega de Godzilla en 1955, y se pudieron ver cómo decenas de imitaciones asaltaban los cines japoneses, con mayor o menor gloria. El cine japonés dejó obras maestras de la ciencia ficción como Mothra (1961) y Los hijos del volcán (1956) o films más discretos como Varan, the unbelievable (1958), la mayoría dirigidas por Ishiro Honda y todas producidas por la Toho. Incluso los ingleses quisieron hacer su particular versión de Godzilla con la pasable Gorgo (1961). 
La Toho tuvo la oportunidad única de comprar los derechos del mítico personaje de King Kong durante los 60 y por motivos que explicaré más adelante la desaprovecharon. Inicialmente este proyecto era una idea soñada por Willis O'Brien llamada King Kong vs Prometheo en la que el simio se enfrentaba a una especie de monstruo de Frankenstein agigantado. El proyecto fue pasando de estudio en estudio sin ningún éxito. La única que parecía interesada por el proyecto resultó ser la Toho, pero más tarde acordaron con la RKO que el enemigo con el que se enfrentaría King Kong sería GodzillaWillis O' Brien, ilusionado, no tardó en realizar diseños de las bestias y enviárselas a la Toho, quienes ningún caso hicieron al pionero de los efectos especiales. El film iba a tomar otros caminos. 
Una expedición científica organizada por Mr. Tako, presidente de una firma de productos farmacéuticos, viaja a la isla Farou para recoger bayas rojas con fuertes poderes somníferos. En la isla los miembros de la expedición descubrirán un gorila de enormes dimensiones que acabarán llevándose a Tokyo. El gigantesco simio será utilizado después por las autoridades para detener a Godzilla, liberada después de la explosión del iceberg que la mantenía prisionera, con un apoteósica lucha final en el Monte Fuji.
Godzilla dispuesto a enfrentarse al simio gigante
A pesar del enorme éxito que tuvo no sólo en Japón sino en el resto del mundo, King Kong contra Godzilla no es la obra definitiva de la ciencia ficción como tendría que haber sido. Supongo que Ishiro Honda estaba cansado de la seriedad que siempre tenían los kaiju eiga y quiso divertirse haciendo una parodia del género, lo que fue todo un error. El personaje de Godzilla antaño era una figura que infundía terror y era una parábola de la guerra atómica, mientras que King Kong era un personaje que desprendía poesía. La seriedad que se le podría dar al film se difumina para convertirse en un espectáculo kitsch, una comedia freak divertidísima, eso si.
El color no sienta nada bien a Godzilla ya que se nota más que nunca que los monstruos son hombres disfrazados y ni intentan disimularlo, al igual que los tanques y aviones utilizados, los cuales se notan a la legua que son juguetes.
Un pulpo se ve en problemas
Las maquetas y las escenas de destrucción tampoco son demasiado espectaculares. El aspecto ridículo y absolutamente risible de King Kong no mejora las cosas, y para colmo, la gran batalla entre los dos monstruos tampoco es demasiado remarcable, ya que se acerca mucho más a las batallas de lucha libre de la etapa de decadencia del personaje en los 70 con patadas voladoras y golpes de boxeo. 
No obstante, estamos ante un film muy entrañable y en definitiva mítico, que gracias al gran talento de Honda se hace disfrutable y divertidísimo. Tras tanta imitación, Godzilla ya no funcionaba como parábola de la guerra atómica, eran otros tiempos, así que la serie deriva en un espectáculo de color con batallas colosales, un tono que la franquicia nunca abandonaría. El problema con King Kong contra Godzilla es que se plantea como una parodia y en ese sentido resulta divertida y medianamente acertada el problema es que ese tono paródico ha acabado con jugarle en su contra ya que las futuras producciones Kaiju y demás entregas de Godzilla acabaron convirtiendo precisamente en esto, un festival imposible de luchas de sumo monstruosas e infantiles.
Varias curiosidades; en su estreno japonés la gente vitoreaba a Godzilla y abucheaba a King Kong, ya que para ellos era símbolo del poder americano. Si alguien le parece extraño que King Kong se alimente de la electricidad, eso es porque inicialmente no era King Kong el oponente pensado para Godzilla, sino una versión colosal del monstruo de Frankenstein. Finalmente se abandonó esta idea, pero se recuperó parcialmente en la notable Frankenstein conquers the world (1965).
Mucho se ha hablado de que hay varios finales diferentes; un final japonés con Godzilla venciendo y un final internacional que da la victoria a King Kong. En realidad, no existen dos finales del mismo film, tanto en el montaje japonés como en el americano el final es el mismo y acaba perdiendo... lo tendréis que descubrir vosotros mismos.

La batalla del siglo
La insulsa versión americana del film
No molestéis a King Kong
Los americanos, como de costumbre, hicieron su propia versión del film introduciendo veinte minutos de escenas con actores totalmente inexpresivos y acartonados en decorados patéticos y recitando diálogos ridículos dónde únicamente narran lo que está pasando. Se recortó metraje japonés, lo que hizo que se perdiera el rápido ritmo que le había imprimido Honda al original.
Impagable cuando el actor americano describe a Godzilla con un libro infantil de dinosaurios. Desgraciadamente ésta es la versión que se estrenó en todos lados. La versión original japonesa es difícil de encontrar por internet e imposible de encontrar en dvd fuera de Japón pero vale la pena visionarla.
King Kong contra Godzilla fue un éxito sin precedentes en Japón y la entrega más taquillera de la serie Godzilla, consiguiendo llevar al cine a más de 11 millones de espectadores. Se reestrenó en 1970 y 1977 consiguiendo un mayor éxito si cabe con 13 millones de espectadores, además de su gran éxito internacional siendo uno de los films japoneses más populares de todos los tiempos. Por si fuera poco junto a Titanic es uno de los VHS más alquilados de la historia.
En resumen, una entrega divertida, que no se toma en serio a sí misma y que vale la pena ver sólo por lo mítico de la propuesta, pero no es un film tan cuidado como la primera entrega de la saga. Las hay mucho mejores en la serie Godzilla. A partir de este momento la saga se convertiría en un espectáculo de lucha entre monstruos a cada cuál más surrealista y el personaje de King Kong no se retomaría hasta 1967 con la genial King Kong se escapa.  





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...