miércoles, 10 de octubre de 2012

FESTIVAL DE SITGES 2012 (5º DIA)

6:50h. El día se presenta con aroma asiático, de las cuatro películas programadas para hoy y el documental del gran Ray Harryhausen, dos nos llegan de países con los que no solemos estar muy familiarizados en cuanto a su vertiente cinematográfica.
Quitando las dos primeras que nos llegan del Reino Unido y EEUU respectivamente, tenemos en tercer lugar la obra Headshot del tailandés Pen-Ek Ratanaruang, que promete emociones fuertes; y tras ella, como cierre, una película llegada de Indonesia, Modus anomali, un título que ha despertado mucha expectativa tras visionar un tráiler que hace volar la imaginación y que ya hay quién la ha llegado a comparar con Los Cronocrímenes. Ya os iremos contando...
De momento, vamos a tomar un buen desayuno, a reservar alguna invitación más y a escribir lo que dio de sí el día de ayer hasta que llegue la hora de encaminarnos  hacia el Auditori...


10:30h. El primer estreno matutino ha sido "Sightseers", el tercer largometraje del británico Ben Wheatley (al que vimos el año pasado presentando en Sitges su "Kill List" y este año también gracias a su episódica aportación de terror en "The ABC's of death"), quién esta vez se nos decanta por la comedia negra, pero en un peculiar envoltorio de road movie a la europea.
Chris (un inseguro Steve Oram), convence a su novia Tina (una agradable sorpresa la actriz Alice Lowe) para ir de viaje por las islas británicas en su "flamante" caravana, pese a las objeciones de la solitaria y depresiva madre de la chica, que sigue sin haber superado la trágica muerte de su adorada mascota canina (el accidente se las trae, sin duda).
Ya en ruta, Chris no tardará en lucir una peculiar tendencia homicida, un impulso asesino que le obliga a deshacerse de cualquiera que se interponga (o simplemente le moleste) en su agitado periplo por carretera. La relación entre ambos pasará por distintas fases durante el film, descubriendo incluso algo sorprendente, y es que Tina no es tan diferente a Chris como nos podamos imaginar, dando lugar a situaciones de lo más inusuales cercanas a la inhumanidad más absoluta.

Chris y Tina, amor a lo Bonnie & Clyde
El film de Wheatley, aún siendo unidireccional, de lectura ciertamente epidérmica e incluso llegando a pecar de frívola, ofrece a su favor mucha frescura y sensación de libertad visual (paisajes abiertos, planos iluminados...), despertando en su pareja protagonista una irrefrenable química en pantalla, culpa en mayor medida a la estupenda espontaneidad de Alice Lowe, perfecta como Tina (galardonada merecidamente en el Festival).
Los acontecimientos que suceden durante este singular viaje son, en su mayoría, simpáticos y brutalmente divertidos (el ciclista arrollado o la novia desvergonzada, por ejemplo), consiguiendo nuestra más absoluta complicidad hacia los desquiciados planes de Chris, que eran incluso aplaudidos durante su proyección.
Las pocas pretensiones del film esta vez juegan a su favor (creo que llegar a contar una historia sin ninguna intención clara no suele acabar bien), y no cabe duda de que termina incluso por ser una lúcida reflexión sobre el valor de la vida y/o del amor, desde el punto de vista de un ser humano sin compasión que consigue audazmente que todo parezca accidental, liquidando a quién no comparta sus opiniones (su cara tras acabar con la primera víctima lo dice todo).

Dejando muerte tras de sí....
Sightseers se descubre pues como una nueva joyita británica de acentuado humor negro que no juega sucio aunque lo simule, provocando disparidad de reacciones en el público asistente al festival, que a veces incluso se incomodaba por su falta de humanidad. Todo eso, sumado a esa frescura antes citada, otorga cierta entidad a este film independiente de Wheatley (hay que ver como aguanta el paso del tiempo) y lo hace merecedor de las críticas que viene suscitando.
La nota menos acertada podría ser el hecho de que visto su primer tercio, el resto del film ya va con el piloto automático y deviene por inercia, quedándose incluso parco de ideas.


16:15h. Todos nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos soñado en viajar por el tiempo, ¿alguno lo puede negar? Y a nuestra ya de por sí fantasiosa imaginación solo le ha faltado ser alimentada por el cine gracias a películas tan míticas como Regreso al futuro, la no menos fascinante Primer y multitud de títulos más, en que se ha plasmado esta fabulosa idea en imágenes.
Porque si ahora mismo alguien nos ofreciera la posibilidad de hacer realidad este sueño, ¿quién podría negarse? ¿Y a dónde iríamos? ¿Viajaríamos al pasado para ver con nuestros propios ojos algún momento crucial de la historia? ¿O visitaríamos el futuro para saber que le espera a la humanidad? Pues bien, lejos de los típicos blockbuster de enorme presupuesto pero nula originalidad que llenan las carteleras continuamente, la aparición de un título tan refrescante como este, es una alegría para los amantes del cine hecho con gusto y cariño, demostrando una vez más que el contar con un bajo presupuesto, no es un obstáculo para realizar una gran película. Y este es el caso de Safety not guaranteed, la primera película de este lunes, de la que solo leí una brevísima a sinopsis cuando estaba confeccionando los horarios para cuadrar la agenda del Festival, y enseguida supe que no podía pasarla por alto.
La historia nos presenta a Darius (Aubrey Plaza), una joven desilusionada con la vida tras ciertos hechos que la marcaron durante su pasado. Su actual trabajo no puede ser más precario, becaria de una pequeña revista de investigación, donde es la chica para todos aquellos trabajos que nadie quiere hacer. Un día en una reunión de trabajo para buscar posibles temas de interés para publicarse, Jeff (Jack Johnson) un treinteañero de la empresa, sugiere seguir la pista a un llamativo anuncio clasificado aparecido en la prensa: "Se busca compañero para viajar al pasado. No es una broma. Se pagará al regresar. Tienes que traer tus propias armas. La seguridad no está garantizada. Solo lo he hecho una vez." Y se forma así un equipo de trabajo capitaneado por Jeff y con dos becarios a sus órdenes, Darius y Arnau, un tímido estudiante de origen indio, que deberán investigar una historia tras la que todos presuponen habrá un lunático.

Vigilando a Kenneth desde dentro del coche...
Su misión será localizar a la persona que puso el anuncio y entrar en contacto con él para poder volver con un buen artículo. Una vez allí identifican al anunciador, un tal Kenneth (Mark Duplass), personaje peculiar donde los haya, desconfiado, extremadamente arisco, paranoico y que sostiene que es capaz de viajar en el tiempo. ¿Qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Están ante un lunático más o ante un genio? ¿Merece la pena dedicarle tiempo a esta noticia? Pues todo esto es lo tendréis que descubrir vosotros mismos porque como suele decirse: "hasta aquí puedo leer...".

¿Los cálculos de un loco o de un genio...?
Se trata de la ópera prima tanto del director Colin Trevorrow, como del guionista Derek Connolly, que se inspiró en una noticia que mandó un chiflado a un periódico de Seattle en 1981, pidiendo lo mismo que en la nota del film, con la excepción de que él no aceptaba armas (curioso).
En el pasado Festival de Sundance se llevó el Premio al Mejor Guión, y realmente no se le puede negar una enorme originalidad y la frescura que desprende.
Tras verla no me queda más que decir que ha resultado incluso más estimulante de lo que me pensaba, un canto a la imaginación que acaba siendo una reflexión nostálgica del tiempo desde el punto de vista de todos los personajes. Todos desearían ir al pasado por algún motivo, el recuerdo de un amor de juventud, poder cambiar un hecho que les ha marcado para siempre o sentirse de nuevo seguro lejos de un presente inestable y que ofrece pocas perspectivas de un mejor futuro. La idealización de un momento del pasado en el que nos parece que no teníamos problemas es muy tentador, y a ese sueño se aferran los protagonistas del film al llegar al pueblo.

Darius y Kenneth buscando un alma con quien compartir la experiencia...
Lo del viaje en el tiempo acaba siendo lo de menos, por encima de ello está el desarrollo de los personajes y de la relación entre ellos; una cinta indie sin grandes pretensiones, pero tremendamente simpática, un canto a la esperanza, llena de ternura y comprensión. Reconociendo la buena labor del reparto, todos ellos calan en nuestra retina y empatizamos con sus ilusiones, miedos y las taras que acarrean con ellos.
Trevorrow ha logrado tenernos con una permanente sonrisa en la que seguro que va a ser una de las películas que mejor gusto deje en el público y una de las mejores sorpresas que encontraremos a lo largo de todo el Festival, no os la perdáis.


18:30h. La segunda película de hoy, contrasta completamente con la anterior: tan luminosa, alegre y llena de esperanza, que acaba contagiando su entusiasmo a los espectadores. Por contra, Pen-Ek Ratanaruang, nos presenta un dibujo mucho más gris, una mirada pesimista a la vez que realista en cuanto a los males que están presentes en su país natal, pero que son completamente extrapolables a nuestra sociedad, como pueden ser la corrupción, la impunidad de ciertos personajes al infringir las leyes y la frustación para el ciutadanos al asistir como mudo espectador en este día a día. Todo rodado con un estilo que puede recordar al cine noir europeo o americano, pero desde la perspectiva asiática, con todo lo que ello implica.
Tul es una asesino a sueldo, que en su última misión recibe un disparo en la cabeza que lo deja a las puertas de la muerte, tras dos meses en coma despierta para descubrir que lo ve todo del revés (como representa el cartel del film), por lo que tendrá que abandonar su actual trabajo y descubrir quien lo está intentado matar de nuevo... Pero para nuestra sorpresa, el personaje de Tul esconde un pasado muy distinto, y mediante un flashback que  arranca con una redada nocturna en unos almacenes, donde interceptan un enorme alijo de droga, descubrimos como durante la operación entre los detenidos está el hermano del Primer Ministro. Tul, el policía que ha estado al cargo del caso y quien está llevando las diligencias para su procesamiento, recibe pocas horas después la inesperada visita del abogado del Primer Ministro, quien le ofrece una importantísima suma en caso de echar tierra encima del asunto y pedir públicamente disculpas al inculpado a quien representa.
La negativa de Tul a entrar en este juego, hará que poco después se encuentre chantajeado al ser acusado falsamente del asesinato de una prostituta, por lo que acabará en la cárcel viendo como su carrera se ha ido desagüe abajo.

Cumpliendo una de sus misiones camuflado como falso monje...
Será allí cuando sea contactado por un enigmático personaje que le ofrecerá una salida de su encierro si acepta convertirse en sicario para eliminar a los corruptos que la justicia no puede alcanzar...
El cineasta tailandés, del cual os recomiendo que no dejéis escapar su antiguo trabajo Vidas truncadas (2003), estuvo en la presentación de la película y tras comentar que le sorprendía ver a tanta gente encerrada en un cine en lugar de disfrutar del día de verano que había fuera (risas...), se centró en explicar que quería hacer una película estilo noir puro, pero desde su perspectiva y con los toques distintivos de Tailandia. Podéis leer aquí una breve entrevista aparecida en el diario del Festival (ENTREVISTA).
La película tiene mucha fuerza en su apartado visual, siendo este uno de sus grandes atractivos en todo momento, de igual forma su arranque es todo un ejemplo de una historia de género noir, con el policía falsamente acusado y al que se le arruina su carrera, sin embargo, en su tramo medio principalmente, parece que pierde algo su identidad y ritmo, y no acabamos de saber exactamente si seguimos viendo un film de cine negro, un thriller o qué, a pesar de que seguimos enganchados a una historia bastante atractiva.

Esta es su nueva visión tras salir del coma...
Poco a poco se identifican las señas particulares de su cine y que en muchos casos hará que parte del público le cueste entrar en su juego, esperando que la calma que anida en sus planos, deje paso a una violencia inusitada que muchos estamos esperando. Afortunadamente el cierre del film es lo suficientemente intenso como para que el regusto general que nos deja sea positivo, quedando la sensación de que se ha cerrado de forma notable el círculo tras unos minutos dubitativos en su mitad. No recomendada para quien busque un film noir o thriller conceptualmente clásicos, pero sí para todos aquellos que se atrevan a aventurarse a una visión distinta del cine. ¿No se trata de esto el asistir a un Festival?


21:00h. Y para terminar este quinto día nos citamos en el cine Retiro para ver Modus anomali, obra procedente de Indonesia de la mano del director Joko Anwar. La información que circulaba sobre la película por la red era escasa y en muchos casos podríamos decir que falsa, me imagino que esto es debido al tráiler que circulaba por Internet y que ha servido para que muchas páginas hagan su sinopsis particular, llevando a la confusión al no interpretarlo del todo bien.
La película es un thriller terrorífico que desde buen inicio logra hacerte entrar en su particular juego, arrancando con fuerza al ver salir del suelo de un bosque a un hombre aparentemente desorientado y asustado, que no entiende que está haciendo allí.
Su reacción instintiva es echar mano al móvil para llamar a alguien, pero la agenda está completamente vacía y cuando llama a emergencias para pedir ayuda, descubre aterrado que es incapaz de recordar su nombre cuando se lo pregunta la agente. ¿Qué está haciendo allí? ¿Y quién es?
Turbado y sin saber hacia donde ir, no tiene más remedio que avanzar por el bosque en busca de una salida o de alguien que pueda socorrerle, pero en su deambular acaba llegando finalmente a una casa en la que descubre una cámara preparada expresamente para que vea un vídeo en el que un desconocido ataviado como un cirujano asesina a su esposa embarazada...

Viendo el terrible vídeo del asesinato...
Perdido y desorientado en medio de un bosque sin fin...
Ahora lo tiene claro, no está solo, hay alguien más en ese profundo bosque y con muy malas intenciones...
La sesión estuvo precedida por la presentación que hizo el mismísismo director y en la que aprovechó para contar algunos de los detalles alrededor de su filmación, explicando que se trata de una pequeña película hecha en tan solo 8 días junto a un grupo de amigos, teniendo la suficiente vista para rodarla en inglés y facilitar así su exportación a otros países. Sin muchos preámbulos más, nos invitó a sumergirnos en este bosque opresivo que preside todo el film, dejarnos llevar en un juego macabro y pasarlo bien. Y la verdad es que una vez acabada y bien digerida, no puedo decir muchas cosas en su contra, pues cumple sobradamente con una producción de este calibre. Entretener, hacerlo pasar mal y sorprender a dosis iguales.

Intentando sobrevivir a los ataques de un misterioso desconocido...
Quizás su punto más negativo sería que pasada su mitad, tenemos la sensación que la historia no está avanzando hacia ningún sitio en concreto, que las escenas se están repitiendo (se acusa el hecho de ese paisaje tan repetitivo) y nos tememos que el final pueda ser decepcionante. Afortunadamente el juego se descubre que, a pesar de sus limitaciones, ha estado muy bien llevado; y algunas ideas preconcebidas que nos hemos ido haciendo a lo largo de su metraje, pueden venírsenos abajo como un castillo de naipes, con un último cuarto de hora que es de lo mejor que he visto en el presente Festival. Un auténtico placer para los amantes del cine de terror y todos aquellos que deseen ser sorprendidos más allá de los típicos clichés. De igual manera que en su día, la primera Saw nos dejó helados a todos con su increíble final, siendo carne de secuela hasta una séptima entrega y copiada en muchas ocasiones, no se le puede negar a Modus anomali que también deja estupefacto. Prueba de ello es que no se oía nada en la sala, todo el mundo con la mirada fija en la pantalla pensando What the fuck?... y al final un sonoro aplauso de todo el público, merecido y yendo para casa con la sensación de haber elegido muy bien la programación de hoy. Lo dicho, id haciéndole un hueco en vuestra agenda, y no lo dudéis, tendrá su remake americano visto lo visto...



21:35h. Para terminar el día, somos testigos de excepción del homenaje que en Brigadoon (ahora situado en L'edifici Escorxador) le hacen al legendario mago del stop-motion Ray Harryhausen, toda una oportunidad para degustar una delicatessen junto a unos pocos asistentes (seríamos unos 20 en la sala de proyección nada más). El film, orquestrado por el galo Gilles Penso, lleva el titulo de "Ray Harryhausen : Special Effects Titan", y repasa la vida fílmica del nonagenario californiano aún en plena actividad  (lo vimos recientemente en la decepcionante Burke & Hare de Landis, haciendo un diminuto papel).
Lo cierto es que el documental se cimenta básicamente en los indiscutibles logros cinematográficos de Ray, cayendo progresivamente en una acentuada adulación sin remilgos, y lamentablemente sin ápice crítico alguno (¿porqué no repasar con más ahínco el rechazo del que fue víctima años más tarde?). De todas maneras, la vida del mito se repasa en primera persona durante todo el film (con el propio Ray, mostrando una memoria prodigiosa) y cuenta con invitados de verdadero prestigio como Steven Spielberg, James Cameron, John Landis, Tim Burton, Joe Dante, Guillermo del Toro, Terry Gilliam, Ray Bradbury, Caroline Munro o Peter Jackson (éste último como culpable de la recuperación de su legado).


Sus más de 15 trabajos para el cine como artesano de efectos especiales son ya auténticos clásicos de ayer y hoy, con películas como Simbad y la princesa, Jasón y los argonautas o la original Furia de Titanes, entre otros incunables.
Como bien retrata el documental, desde hace ya algunos años (principios de los 80), su trabajo se ha visto obviamente desfasado y ahora miramos hacía atrás con cariño y admiración, pero conscientes de que su tiempo ya pasó y que es hora de recurrir a las nuevas tecnologías, mucho más rápidas, baratas y funcionales, aunque carentes del espíritu artesanal tan mágico de Ray.
El film nos cuenta como gracias al empeño de Peter Jackson (ferviente admirador que incluso le copió el stop motion cuando estudiaba cine), se consiguieron recuperar muchísimas criaturas originales (a Ray no le gusta el término "monstruos") del fondo de un garage, algo que, incomprensiblemente, estaba condenado al olvido.
Sus increíbles esqueletos con escudo y espada, la gran Khali de 6 brazos, el Grifo o el Centauro son unos pocos ejemplos de sus fantásticas creaciones, que están siendo consideradas hoy en día como verdaderas obras de arte, y que sin duda sirvieron como punto de partida para proyectos cinematográficos posteriores tales como Terminator, Parque Jurásico o El señor de los Anillos, por nombrar unas pocas.
Así pues, el denominado Titán de los efectos especiales recibe el tributo merecido a través de este interesante documental, seguramente el "definitivo" (no creo que le de tiempo a intervenir en ninguno más) y que acaba por otorgar la merecida categoria al bueno de Ray, considerado el maestro de todos en su campo.
Una ocasión que nos brindó Sitges y que no desaprovechamos desde 'Sospechosos', pese a ser proyectado en versión original sin subtítulos y vernos obligados a activar nuestro traductor mental sin descanso. Altamente recomendable pues para todo tipo de público y para el amante del fantástico en particular. Una bonita experiencia a recordar.

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