jueves, 30 de junio de 2011

LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA (1964)


El príncipe Prospero (Vincent Price), baja hasta el pueblo de Catania para ver a sus súbditos y hacer un banquete con sus alegados por la buena cosecha que ha recaudado. Dos de los pueblerinos le echarán en cara que solo es un tirano cruel y sádico que no se preocupa por ellos, y como no podía ser de otra manera, Prospero ordena matarles. Una joven y bella pelirroja (Francesca) se lanza a los pies del príncipe pidiendo misericordia para los dos hombres (su padre y su prometido). Con ganas de divertirse, el príncipe le da la opción de elegir a uno de ellos y salvarle la vida, mientras que el otro morirá.
En pleno juego, descubrirán que una anciana del pueblo está infectada por una plaga llamada la muerte roja, por lo que correrán a refugiarse dentro de las murallas de su castillo para evitar la infección, llevándose a Francesca y a los dos hombres para proseguir con la diversión una vez a salvo. Una vez allí Prospero hará llamar a todos sus amigos y nobles para darles refugio y empezar una fiesta sin fin, con juegos crueles, humillantes y un baile de disfraces, además de descubrirse su vertiente satánica.
Un cuento más del gran Edgar Allan Poe adaptado por Roger Corman, pero en esta ocasión tal vez los resultados no son todo lo buenos que cabría esperar por su parte. 
Si bien el arranque es interesante, con la anciana recogiendo leña por el bosque y encontrándose entre la niebla a un misterioso desconocido todo vestido de rojo que le anuncia que en breve serán liberados (ésta y la escena final serán de lo mejor que podremos ver), también las primeras escenas en el poblado con el juego de elegir quien vive y quien muere son destacables, pero luego cuando la historia se centra en el castillo la ambientación "muy Technicolor" con los tonos subidos y una escenografía demasiado limpia y cuidada para generar un ambiente de cierto terror, hacen que sea difícil creerse la historia satánica o tomársela muy en serio. No llega a trasnmitirnos demasiado, le falta garra o alguna escena punzante para haber despertado de verdad nuestro interés.
El baile de disfraces parecía el momento ideal para haberlo logrado, pero me he quedado con las ganas de que así fuera. 
Se habría agradecido un tono más oscuro como en las cintas de terror de los años 30, o haber utilizado la iluminación para jugar con la sombras, pero se optó por mucha luz y quizás demasiado color, lo cual no ayuda al relato.
El buen hacer de Vincent Price, en su personaje de cruel príncipe satánico es de largo lo mejor del film, subyugando a sus amigos y a su "querida" Juliana, y gracias a él la película resiste con decencia, pero sin acabar de satisfacernos del todo ni dejarnos un recuerdo marcado en nuestra memoria.
El resto de personajes cumple dentro de lo esperado, sin que sus actuaciones sean un punto que pueda empañar o mejorar la puntuación general. 
Sorprende ver que la historia no se acaba de desarrollar, se nos esbozan ciertas tramas que parecen que van a tener continuidad o importancia y luego se resuelven de forma trivial o quedan bastante olvidadas, haciendo que nos quede la sensación final de estar algo desaprovechada, ya que daba para bastante más.
Una de las razones que podrían explicar ésto podría ser que Roger Corman estaba cansado de hacer cintas de terror (de hecho esta sería la última) y a partir de entonces se dedicó a rodar otro tipo de cine. Tal vez sea la causa de que no le dedicara toda su atención, profesionalidad y capacidad, para haber logrado una obra mucho más cruenta y oscura para que nos sumergiéramos en el cuento de Poe. Sin embargo, que conste que tiene sus puntos interesantes y para todo amante del cine de terror de los 60, seguidor de Vincent Price o en general de las obras de Poe, encontrará aquí una película distraída y correcta, pero no una joyita imprescindible.

SECRETOS COMPARTIDOS (PRIME) (2005)

La comedia romántica suele ser un género de fácil digestión que permite a los grandes actores tomarse un respiro entre sus agotadoras inmersiones en personajes de complicados registros y además, sacarse un sueldo atractivo sólo con presentarse en plató. Únicamente en casos excepcionales (Woody Allen, Billy Wilder...) el género se transforma positivamente y logra exprimir sus posibilidades con garantías de éxito. La comedia que hoy traigo es un raro ejemplo de personajes bien dibujados y argumento más que válido adornado de comedia resultona, que sin embargo nos da una de cal y otra de arena.
Estamos en Manhattan (idóneo lugar para este tipo de cine), y nos presentan a Rafi, una productora de fotografía de 37 años que acaba de divorciarse y acude a su psicoanalista. Los consejos que le da la profesional (una Meryl Streep perfecta en su papel) son básicamente que vuelva a empezar, que disfrute de los momentos que le ofrece la vida y que su edad no debe ser un impedimento para conseguir nuevos amores.
Decidida a hacerle caso conocerá a David, un joven pintor de 23 años que se siente también atraído por ella, y pese a su diferencia de edad, comienzan una relación. Lisa, su terapeuta, verá con buenos ojos este nuevo affair y animará a la alegre Rafi que siga adelante, sin miedo y con energía.
La cosa se enturbia cuando se descubre que David es en realidad el hijo de su psicoanalista, dando lugar a situaciones de estupenda comicidad y abierto análisis generacional.
La baza principal es el juego de edades, con una Lisa rondando los 60, una Rafi de casi 40 y un adolescente de 23, todos entrelazados en un mismo dilema visto desde diversas perspectivas y culturas.
Lo cierto es que se asemeja a comedias de mayor renombre, y quizás me haya dejado regusto a Woody Allen, probablemente por su toque judío, pero le sobra sentimentalismo fácil y le falta arriesgarse e ir más allá. Las consecuencias del entuerto son divertidas, y crea una relación a tres bandas de verdadero disfrute, siempre y cuando el pilar sea el diálogo, ya que pierde gas en cuanto nos intenta envelesar con exceso de ternura y corazón.
Una de tantas situaciones -para mi la mejor- ocurre cuando Rafi (Uma Thurman) le confiesa sus intimidades a Lisa con su hijo, hablándole de su pene, de su manera de hacer esto y aquello, describiéndole todo en desmesurada confianza y narrándole demasiados datos sonrojantes. Una delicia ver las caras de la Streep, demostrando su colosal talento.
En fin, poco más se le puede pedir al film, momentos cómicos, relación de amor imposible y algo de sentimentalismo desbordado que acaba por resultar agradable pero carente de espíritu duradero, ya que con total seguridad no alcanzará ni renombre ni merecimiento.
Subrayaré el hecho de que su título anglosajón -Prime- hace referencia directa a las edades de sus protagonistas, 37 y 23, ambos números primos. No es demasiado original, pero es lo que hay.

miércoles, 29 de junio de 2011

FRENESÍ (1972)

La faceta que más me gusta de Alfred Hitchcock es la manera de tratar temas escabrosos con un tono incluso cómico, desviándose de modo efectivo hacia el libre pensamiento y la abierta interpretación, sin insistir en matices innecesarios. El caso de esta Frenesí es uno de estos ejemplos. Nos despierta un interés inicial con la primera aparición de un cadáver flotando en el Támesis de una mujer desnuda claramente estrangulada con una corbata, y acto seguido nos presenta a Richard Blaney, un tipo singular al que acaban de despedir por tomarse ciertas licencias en su trabajo.
La ex-mujer de Blaney, Brenda, recibe la visita del impetuoso marido en su consulta matrimonial, y pese a discutir como es costumbre, ella incluso le esconde dinero en su abrigo en un acto de permanente cariño. Horas después, Brenda sufre el ataque sexual del asesino de las corbatas, que resulta ser un amigo en común y que aprovecha el descanso de su secretaria para colarse dentro.
Una serie de coincidencias desafortunadas harán creer que el responsable de ese homicidio es el propio Richard, que intentará escapar mientras averigua quién es el verdadero culpable. Cuenta con algunas pruebas incriminatorias difíciles de explicar, tales como su aparición en la escena del crimen, dinero de su ex en el abrigo o incluso el haber discutido previamente.
Estamos ante un ejemplo claro de película de asesinos en serie, salpicados de intriga, suspense y lo que es más importante, sentido del humor, todo bajo la batuta del maestro inglés más importante de todos los tiempos. Contiene escenas imborrables, destacando cuando sucede el primer homicidio, con ese memorable momento donde Brenda es violada, y el asesino parece disfrutar tanto con el sexo como con su inminente muerte, un comportamiento desequilibrado que hiela la sangre. Tan sólo repitiendo las mismas palabras que dice antes de cometer este crimen, nos dará a entender su siguiente acto, sin mostrárnoslo ni una vez más. Además fue el primer film de Alfred que contenía desnudos, refiriéndose a los senos de Brenda (era una doble) y al trasero de otra víctima (también era una doble).
El desarrollo de la película es impecable, con ese característico toque británico que tanto adorna la cinta y que hace que nos sintamos en pleno Londres desde el primer plano, sobrevolando el Támesis  para luego perdernos por sus calles y mercados.
El hecho diferencial con otras producciones similares es que conoceremos la identidad del asesino muy temprano, y conseguirá, pese a ello, hipnotizarnos todo el metraje. El asesino, por cierto, resulta muy creíble y provocará incluso nuestra empatía al protagonizar secuencias de humor (en el camión y las patatas, una escena verdaderamente divertida), inmortalizando un serial-killer de lo más peculiar.
El dato negativo quizás provenga del cruce de los hilos argumentales, donde la historia "secundaria" -la del asesino- nos resulta siempre más interesante que el teórico relato principal, donde nuestro protagonista no cae tan en gracia.
Bien actuada y sobre todo estupendamente filmada, esta Frenesí ofrece muchas garantías para entretener y satisfacer paladares complicados, y demuestra la posibilidad de ver cine clásico con un imperecedero sentimiento de proximidad cultural, al no notarse el paso del tiempo.
Especial mención a diferentes aspectos del juego de cámara, donde nos enseña que con un poco de imaginación, algunos artificios sobran, como por ejemplo el tercer asesinato, donde vemos como entra la víctima en la habitación del agresor pero la cámara retrocede en silencio las escaleras hasta llegar a la calle de nuevo, quedando a nuestra imaginación el suceso mortal sin necesidad de mostrarlo ni regodearse de nuevo.
Significó la vuelta de Hitchcock a su Londres natal, tras su magnífica trayectoria americana donde desarrolló sus mejores trabajos, pues se disponía de más medios.
El DVD contiene un maravilloso documental sobre la película de gran interés que recupera al reparto muchos años después y desvela secretos del rodaje interesantes. Como por ejemplo, el hecho de que nuestro acusado protagonista se llame Blaney resulta un juego de palabras simpático, proveniendo del inglés (blame me), que viene a significar -échame la culpa-, del todo acertado. Un placer señores.

FUTURAMA (1999)

Matt Groening, el genial creador de Los Simpson, se sacó de la manga una nueva serie el año 1999, con un humor incluso más absurdo que la serie que le lanzó a la fama, unos personajes con mucho carisma, los guiones con continuos giros temporales y gags impagables (hay algunos que no me cansaría de ver una y otra vez) y unas críticas ácidas a personajes reales sobretodo de los Estados Unidos (Nixon, Al Gore y un largo etc...), en poco tiempo la elevaron a serie de culto. A nivel argumental para los que no sepan de que va, aquí va un pequeño resumen a grandes trazos: El 31 de diciembre de 1999 poco antes de fin de año, un joven repartidor de pizzas de Nueva York, Philip J. Fry (un personaje que en ciertos momentos puede hacer que Homer Simpson parezca un sabio), va a hacer una entrega a una empresa de criogenización y por accidente acabará encerrado en una de las cámaras criogénicas durante 1000 años. Al despertar el mundo que conocía ya no existe, la ciudad ahora es conocida como Nueva Nueva York, donde hay robots, alienígenas y la humanidad ya viaja por todo el universo. Finalmente acabará trabajando en una pequeña empresa de mensajería intergaláctica llamada Planet Express y propiedad de un lejano descendiente suyo, el Dr. Hubert J. Farnsworth (un genial inventor a la vez que un anciano decrépito), juntando una tripulación de lo más heterogenia: Turanga Leela (una mutante de un solo ojo y capitana de la nave), el Dr. Zoidberg (un alienígena de la familia de los crustaceos con un nulo conocimiento en medicina y repudiado por todos), Bender Rodríguez (un robot doblador de vigas que tiene todos los vicios humanos habidos y por haber), Amy Wong (una chica asiática de buena familia) y Hermes Conrad (el burócrata de la empresa y ex campeón de limbo), a parte de algunos secundarios de lujo como Zapp Branigann (un capitán interestelar que va de galán, pero que es incompetente y estúpido), dando lugar a multitud de situaciones cómicas. Si a todo esto les sumamos unos guiones muy trabajados (creando además una historia que tiene una continuidad a medida que vamos avanzando), que permiten varias lecturas de los episodios (mucha crítica oculta) haciendo que incluso revisionarlos sea un placer, casi resulta incomprensible que la cadena FOX cancelara su emisión el año 2003 tras 4 exitosas temporadas, una decisión polémica y que pilló a todo el mundo por sorpresa al tratarse de una serie muy querida (Dios perdónales porque yo no puedo...).
El apoyo que siguió recibiendo en las redes sociales, que las ventas de DVDs de las diferentes temporadas tuvieran muy buenas cifras y que las reposiciones que se hicieron en distintos canales tuvieran incluso más audiencia que series nuevas, hizo que algunos de las directivos de la serie se replantearan la posibilidad de resucitarla. Tras un tiempo con muchos rumores pero poca información, se acabó anunciando en el año 2007, que se harían 4 películas con los personajes de la serie y que si estas tenían éxito, existía la posibilidad de volverla a rescatar en formato de serie. Así, el mismo 2007 se lanzó El gran golpe de Bender, en 2008 La bestia con un millón de espaldas y El juego de Bender y en 2009 Hacia la verde inmensidad. Las películas como no podía ser de otra forma, tuvieron todo el éxito que se podía esperar de ellas, ya que los muchos fans (entre los que me incluyo) estábamos ávidos de nuevo material de la serie.
Finalmente en el año 2010, se preparó el regreso de la serie (por el canal Comedy Central) y desde hace unos meses está de nuevo en emisión y se están batiendo récords de audiencia, demostrando una vez más la mala vista que tuvieron los que tomaron la decisión de cancelarla antes de tiempo.Y así llegamos a esta nueva temporada que está en emisión ahora mismo y de la que ya hemos podido ver algo más de la mitad de la nueva temporada (serán 26 episodios). A grandes trazos casi nada ha cambiado, si acaso, se ha aprovechado este largo parón para tocar temas que han sido actualidad durante estos años. Si quitamos el primer episodio, titulado Rebirth, en el que se critica muy duramente a los estúpidos directivos que los cancelaron (nos piden que olvidemos que la serie fue cancelada por idiotas y que ha sido resucitada por unos idiotas aún más grandes, toda una lección de principios y en el que se hacen un auto homenaje), tendremos luego una serie de episodios donde se ríen de Apple y la fiebre originada con los Iphone, de la película El Código da Vinci, de la homofobia (en esta ocasión de las relaciones prohibidas humano-robot), del enfrentamiento entre Darwinistas y creacionistas (tal vez el mejor episodio de lo que llevamos visto), recuperando el clásico "La guerra de los mundos", la película La mosca, etc...
Para ponerle algún pero, diré que el queridísimo Zapp Brannigan casi ha desaparecido y de momento en los 14 episodios que hemos visto, su presencia ha sido muy puntual, es una lástima, pues su personaje daba para situaciones de lo más absurdas (una de las mejores características de la serie con ese humor absurdo que a veces te descoloca) y su relación con su subordinando Kirf, era muy divertida. Pero por el resto sigue casi todo igual, con Fry haciendo estupideces, Bender bebiendo cerveza y robando, Leela con sus problemas de identidad, Zoidberg rebuscando entre las basuras e ignorado por todos o Fanrsworth inventando y olvidando que lo ha hecho casi al mismo momento, por lo que todos los que disfrutásteis con ella hasta su cancelación, volvereis a hacerlo con esta nueva temporada, y para los que no la conocéis os la recomiendo sin ningún género de dudas si queréis troncharos de risa, pues para mí es incluso superior a Los Simpson en ciertos aspectos (que desde ya hace bastantes temporadas ha caído bastante en su calidad argumental). ¡Larga vida a Futurama!

martes, 28 de junio de 2011

DIOSES Y MONSTRUOS (1998)

Una mirada emotiva a los últimos días del cineasta James Whales, director de películas de renombre como "El doctor Frankenstein", "La novia de Frankenstein", "El caserón de las sombras", o "El hombre invisible" entre otras.
Este biopic muestra un James Whales en su vejez, solitario y melancólico, que sigue atormentado por sus recuerdos de la Gran Guerra y que únicamente cuenta con la compañía de su inestimable ama de llaves, la señora Hanna, que le cuida como si fuera su madre. Cuando conoce a su jardinero Clayton, éste se vuelve su confidente tras aceptar ser retratado en unos bocetos suyos, comenzando así a revelar sus impresionantes recuerdos en el Hollywood de los años 30, con maravillosas experiencias en el cine de terror y sus miedos aún latentes pese a su dilatada experiencia. La narración nos explica sus agonías interiores, su incapacidad para seguir adelante y sus ganas de terminar con ese calvario, además de lidiar con su incomprendida homosexualidad y ese sentimiento que le proporciona su soledad.
Una mirada en retrospectiva de la vida y obra de un cineasta que de manera muy elegante nos es presentada con total objetividad, sin excesos ni licencias, y que consigue transmitir la desolada personalidad de un mito del terror. Un colosal Ian McKellen (sin duda, uno de los mejores actores vivos) encarna al fabuloso cineasta con espléndidos resultados, ya que su actuación resulta memorable en todos los sentidos y llena la pantalla en la totalidad de los planos donde aparece. Sus secundarios no llegan al nivel de éste pero no perjudican al compendio, sobre todo el antagónico Brendan Fraser, que aquí se ajusta al personaje de manera honesta y comprensible.
La obra se presenta repleta de cinefília en cada fotograma, resultando desbordantemente interesante para los amantes del séptimo arte en cualquiera de sus formas y descubriéndonos una parte del Hollywood que todos conocemos pero no visualizamos, con figuras como George Cukor, Boris Karloff o incluso Elizabeth Taylor encarnadas de manera realista y entrañable (un momento genial la fiesta que reúne a Karloff y Whales). La película contiene bocetos originales del genial director, y es fidedigna con sucesos acaecidos en la realidad (la nota de suicidio y su trágica muerte) lo que la convierte en una cautivadora historia que suscita nuestro interés en sus cortitos 105 minutos de metraje.
La escena donde se recrea una de sus filmaciones, -La novia de Frankenstein-, es excelente, y resulta difícil superar esa ambientación en pantalla, ya que se construyó al dedillo cada milímetro del plató con sus focos y luces de aquellos años, simplemente mágico.
También la secuencia donde un estudiante de cine visita al anciano genio es encomiable, siendo divertida e interesante a partes iguales.
Un  conseguido Karloff con sus compañeros de rodaje 
Me siento cautivado y motivado para rescatar aquellos títulos y valorar aún más su entrañable existencia, signo de genialidad y de amor por un género que ha sido maltratado época tras época sin piedad y que debe emerger merecidamente hacia su lugar en la historia. La estatuilla que ganó por su estupenda adaptación de guión ratifica el insuperable trabajo de realización de Bill Condon, un director norteamericano con un apellido de lo más peculiar.
Un visionado obligado para mi compañero Marc y para cualquier amante de esa época. Que no se os escape, es una oportunidad única para revivir esos momentos.

lunes, 27 de junio de 2011

JUEGO DE TRONOS (GAME OF THRONES) (2011) - SERIE TV

El anuncio de la adaptación de la saga Canción de hielo y fuego (de la que Juego de Tronos es el primero de los volúmenes) por parte de la HBO, me hizo reaccionar casi de la misma forma que cuando me enteré que Peter Jackson iba a adaptar para la pantalla grande el mundo de "El Señor de los Anillos": esceptisimo.
La complejidad de ambas historias a nivel argumental, de escenarios y personajes, hacía que me costara imaginármelas trasladadas de forma fidedigna en imagen real. En el caso de la trilogía de Tolkien, la adaptación fue más que notable y aunque siempre se le podrán poner pegas, podemos decir que Jackson salió airoso de tamaño reto.
Una vez acabada de ver la primera de las temporadas de Juego de Tronos, puedo decir que lo mismo ha pasado con esta saga del autor de fantasía George R. R. Martin.
La cadena HBO es bien conocida por la calidad en sus producciones, siendo una referencia a nivel mundial en cuanto a series de altísima calidad artística y comercial. Haciendo un pequeño repaso a algunas de sus series más carismáticas nos encontramos con: "A dos metros bajo tierra", "The Wire", "Los Soprano", "Roma", "Deadwood" "Band of brothers", "The pacific" o actualmente "Entourage" o "True blood". Casi nada...
Por lo que si alguien podía adaptar la saga a una serie de televisión y no fracasar, la HBO era la indicada.
A punto de salir a la venta en Estados Unidos el esperadísimo 5º volumen de la saga (en teoría son 7) y después de casi 6 años de espera desde que se editó el anterior, la cadena anunció que haría una temporada por cada unos de los volúmenes (teniendo 10 episodios la primera de ellas), con un presupuesto solo del episodio piloto de más de 10 millones de dólares (una salvajada tratándose de una serie de televisión), ya nos podemos imaginar que estamos ante un proyecto muy serio.
Del argumento, podríamos hacer un pequeño resumen de lo que nos ofrece Juego de Tronos, aunque la repercusión que ha tenido ha hecho que la mayoría conozca a grandes trazos su linea argumental.
La historia tiene lugar en un mundo fantástico con ciertos paralelismos a la Edad Media Europea, pero con ciertas referencias de un pasado no muy lejano donde existían criaturas sobrenaturales como dragones y otros seres.
Gran parte de la acción tiene lugar en el continente de Poniente donde las estaciones duran varios años, y estamos llegando al final de un largo y benévolo verano, anunciándose desde hace tiempo un no menos largo y duro invierno (El tan típico "Winter is coming..."). Han pasado pocos años desde que derrocaran al antiguo rey de Los Siete Reinos, acabando casi definitivamente con el linaje de los Targaryen, tras una traicionera revuelta por parte de una serie de nobles encabezados por la familia Lannister y Robert Baratheon (quien ocupa actualmente el trono de hierro de los Siete Reinos).
Pero como no podría ser de otra forma, estamos muy lejos de una plácida y tranquila paz, las luchas de poder serán constantes entre las diferentes familias, donde tampoco faltarán las traiciones y las grandes batallas para hacerse con el ansiado trono de hierro.
Al norte del reino y más allá del "Muro" (una construcción enorme construída muchos años atrás y que les separa de las tierras salvajes), tenemos unas glaciales tierras habitadas por bárbaros y según cuentan las viejas leyendas por seres místicos. Mientras que cruzando el ancho mar, está el continente de Oriente, donde los Dothrakis, los salvajes señores de los caballos, son los amos y señores, lugar donde se han refugiado los hijos del rey derrocado.
El libro se divide en capítulos donde cada personaje narra en primera persona una parte de la historia, logrando así que todos los personajes nos sean cercanos, quedando muy bien perfilados. La buena labor narrativa de George R. R. Martin consigue hacer la lectura adictiva de inicio a fin.
En la serie cabe destacar que se respeta el hilo argumental, e iremos avanzando de la mano de los mismos personajes.
A nivel de casting y actuación solo cabe sacarse el sombrero, por un lado se ha conseguido una buena caracterización de los múltiples personajes de la novela, cosa nada fácil debido a la enorme cantidad y variedad que allí se describían. Y por otro, en general las actuaciones están a un alto nivel sabiendo hacer creíbles a los distintos personajes, destaca como actor más conocido Sean Bean, a quien pudimos ver en la trilogía de Tolkien en el papel de Boromir y que aquí encarna a Eddard Stark, señor de Invernalia, pero quien personalmente me ha encantado ha sido Peter Dinklage, dando vida a Tyrion el enano, uno de los mejores personajes de esta historia.
La ambientación es otro punto que ha conseguido hacernos creíble ese mundo, con unos escenarios que en algunos casos parecen de una gran superproducción y no de una serie. Hay mucha variedad de localizaciones: el castillo en Desembarco del Rey, el Muro, Nido de Águilas, Invernalia, las lejanas tierras de los Dothrakis, etc... jugando muy bien tanto en interiores como en las escenas exteriores. El vestuario está trabajado a conciencia en cada caso, y armaduras, espadas, etc... consiguen dotar a la serie de un gran realismo.
Cabría decir que se ha suavizado, y mucho, la dureza (violencia y sexo) que transmite la novela, por poner un par de ejemplos, opino que no se ha conseguido trasmitir la brutalidad de los Dothrakis o la ambientación de Invernalia no llega a dar la sensación de la dureza climática que se relataba.
Respecto al guión (en el que ha colaborado el mismo creador de la saga), hay que reconocer una buena labor, no era sencillo condensar todo lo que se narraba en el libro y además tenía que ser entendible tanto para el público que no haya leído los libros y a la vez no defraudar a los que sí lo han hecho. Pienso que ese equilibrio se ha logrado y el resultado final es muy satisfactorio, aunque se hecha en falta escenas de las grandes batallas y una mayor dureza.
Me he quedado con ganas de más, pero habrá que ser paciente hasta poder disfrutar de la nueva temporada, por el momento ya he empezado a leer el segundo volumen, no sea que me pillen con los deberes sin hacer.
Una serie recomendable a todo el mundo que quiera disfrutar de una titánica serie de aventuras con aires medievales que depara muchas sorpresas, hecha con mucho arte y profesionalidad, y poder ver la diferencia abismal que la separa de otras producciones (hace palidecer a Camelot, estrenada casi en paralelo con Game of Thrones, y no digamos a chapuzas made in Spain tipo Hispania... sin comentarios).

domingo, 26 de junio de 2011

TROUBLESHOOTER (2010)

Kang Tae Sik (Kyung gu-Sol) es un ex policía que trabaja como investigador privado. Un cliente le contratará por teléfono para confirmar una infidelidad, dándole detalles de la habitación de un motel donde deberá ir para conseguir las pruebas. Kang irá a tomar unas fotos de la pareja en cuestión, pero al llegar a la habitación encontrará el cadáver de una joven ensangrentada, y en la televisión de la habitación se activará un video donde se ve a alguien asesinándola. En estado de shock y sin darse cuenta de que está dejando pistas que le incriminan, recibirá en esos momentos una llamada de un personaje misterioso para proponerle un trato, a cambio de que secuestre a un famoso abogado, limpiará su nombre y quedará libre de toda sospecha de esa muerte, ya que la policía acaba de llegar al lugar del crimen y le tomará como el sospechoso del asesinato. Kang Tae Sik se verá obligado a huír desde ese momento para eludir a la policía guiado por su misterioso cliente, quien de manera sorprendente conoce todos sus movimientos.
Con un excelente arranque, esta nueva propuesta coreana me hizo concebir esperanzas de estar ante una película estimulante y muy completa, pero por desgracia al final no ha cumplido mis expectativas. La idea de incriminar a alguien para obligarle a hacer algo, sin ser original, permitía un buen juego para llevarnos de la mano en un doble objetivo, por un lado ver a Kang Tae Sik ir de un sitio a otro para cumplir las exigencias de quien le ha contratado e incriminado en una muerte, y por otra la de poder descubrir quien y porque le ha hecho ésto. Las escenas iniciales con su llegada al motel, su entrada confiada dada su larga experiencia pescando a parejas infieles, el descubrir el cuerpo y los primeros movimientos para escapar de la policía y a su vez obedecer las instrucciones que va recibiendo, están bien rodadas y tienen un ritmo potente.
Sin embargo a medida que va avanzando la acción y vamos descubriendo quien está detrás de todo este embrollo y la explicación del porque de todo, me ha dejado una sensación de ser poco verosímil y en parte mal aprovechada. Quizás abre muchos frentes, haciendo en ciertos momentos complicado seguir sin problemas la trama, y pecando de no acabar de cerrarlos de manera convincente (aunque por otro lado se agradece que se haya trabajado una historia compleja que tiene su miga).
Es una lástima ya que el trasfondo de como involucran a Kang da para crear una historia muy dura y que bien aprovechada al estilo coreano, pero el director parece que no acaba por decidirse si tomársela en serio del todo, e incluye ciertos elementos un tanto humorísticos que le restan fuerza (aquí apostando por el drama/thriller habría ganado muchos enteros).
Se echa en falta haber sido más conciso, ir a lo que iba durante la primera media hora, ver a nuestro protagonista salvar el culo y descubrir quien se estaba aprovechando de él (vamos, que esto pintaba que iba a acabar en una venganza en toda regla y que la explicación sería mucho más dura). No haberlo hecho y querer abarcar tanto, obliga en la parte final a cerrar la historia de una forma muy típica con persecución de coches incluída, rodada con poca gracia y un final bastante light.
En su contra está el no dibujar bien el personaje del desconocido que lleva a cabo este plan, pues si al principio nos mantiene intrigado casi sin mostrarse, oyendo su voz desconcertando una y otra vez al pobre Kang y controlándolo todo, luego no demuestra el mismo control de la situación o una personalidad que cree un duelo interpretativo interesante en pantalla, ya que queda desdibujado por la trama tan amplia que comentaba antes.
Distraída, sí, para pasar el rato un sábado por la tarde, pero tal vez no al nivel de muchas joyitas que nos está dando el cine coreano últimamente.

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